Queremos proponer un oasis en medio del conflicto

Hare Krishnas, 25 años en el Centro compartiendo un espacio para la felicidad y la vida sana

En medio de la agitada vida del Pasaje Veracruz, donde las trabajadoras sexuales ofrecen sus servicios y los devotos visitan la emblemática iglesia, donde lo pagano y sacro se confunden, hay un lugar que es a la vez templo, escuela y refugio.

Su nombre es Govindas, que en idioma sánscrito significa: “Dios el dador de todo placer”. Fue fundado hace 25 años y es la sede de los Hare Krishna en Medellín, un movimiento que retoma el legado cultural hindú, de más de 5 mil años de antigüedad, pero que llegó a occidente hace 30 años. ¿Pero quiénes son estas personas con túnicas, con el pelo motilado a ras, cantando y danzando en parques y espacios públicos del Centro? ¿Qué hacen, cómo viven, en qué creen? Mukunda Das, que significa sirviente de Dios y dador de almas, un joven argentino que profesa la búsqueda la felicidad y la armonía con el mundo, explica.

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